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Circuitos cortos

Los circuitos cortos, llamados también cadenas cortas, designan modos de comercialización de productos agrícolas organizados bajo la forma de venta directa (Asociación para el mantenimiento de la agricultura campesina, mercados locales, ventas a domicilio…) o indirecta (mediante un intermediario, como un comerciante). La característica principal es el número reducido de intermediarios entre el productor y el consumidor.



Las relaciones jurídicas que unen a los operadores de los circuitos cortos son diversas. El circuito corto puede adoptar la forma de contratos de venta, asociaciones o cooperativas. Cuando el comprador final es una persona pública, especialmente para restaurantes colectivos (escuelas, hospitales), puede tratarse de un concurso público o de una delegación de servicio público a través de una gestión, una concesión o un arrendamiento de tierras agrícolas cerca del lugar de consumo. A este respecto, en Francia, el Decreto nº 2011-1000 de 25 de agosto de 2011 añadió un nuevo criterio para adjudicar concursos y para la firma de los contratos públicos que permite a la autoridad pública tomar en cuenta los resultados en materia de desarrollo de los abastecimientos directos de productos agrícolas.

Los circuitos cortos ofrecen una mayor transparencia de precios, de calidad y del origen de los productos. Se presentan como una alternativa a los circuitos de los grandes distribuidores, que responde a las exigencias económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible.

Económicamente, la reducción de los intermediarios evita la fragmentación del margen de ganancia entre los distintos operadores de la cadena, en beneficio de productores y consumidores. En otras palabras, permite ahorrar costos al evitar el margen de ganancia de los intermediarios. Además, al estar a menudo los lugares de producción y consumo cercanos geográficamente, se reducen los costos de transporte. Socialmente, participa en la construcción del vínculo social entre los agricultores y los consumidores, estableciendo una relación de confianza sobre la calidad y la procedencia de los productos. Por último, generalmente estos circuitos buscan un objetivo de preservación y protección del ambiente. Favorecen, en particular, los modos ecológicos de cultivo, al limitar la utilización de insumos químicos mediante la agricultura biológica. También, participan en la conservación de la biodiversidad a través del cultivo de variedades antiguas y no estandarizadas.




En 2010, el 21% de los agricultores franceses estaban involucrados en un circuito corto. En general, se trata de pequeñas explotaciones que emplean más mano de obra que el promedio nacional. En los sectores de hortalizas y de la apicultura (miel), es aproximadamente la mitad de las explotaciones que venden en circuito corto.

Lejos de ser una particularidad francesa, los circuitos cortos también están creciendo en Europa (España, Alemania, Austria, Holanda…). Estas iniciativas nacionales son apoyadas por la Unión Europea y están integradas en la reforma de la Política Agrícola Común. Además, Japón (13.538 explotaciones) parece ser un territorio más propicio para estas cadenas de comercialización que los Estados Unidos (1.700 explotaciones).




Bibliografía sugerida:  BARRY, C. (2012), Un producteur sur cinq vend en circuit court, Agreste Primeur, n° 275, (consultable en línea);  CIOLOȘ, D. (2012), Agricultures locales et circuits courts : pour une dimension locale renforcée de la Politique agricole commune, Intervention à la Conférence “Agriculture locale et circuits de distribution courts”, Bruxelles, 20 avril 2012 (consultable en línea);  MINISTÈRE DE L’AGRICULTURE ET DE LA PÊCHE (2009), Circuits courts de commercialisation, Rapport du Groupe de travail (consultable en línea).

PIERRE-ÉTIENNE BOUILLOT

Véase también:AgriculturaAgricultura orgánicaAsociación para el mantenimiento de la agricultura campesinaConsumoDesarrollo Sostenible.