Presentación
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Carta del Mandén
Proclamada en Kurukan Fuga en el siglo XIII, la Carta del Mandén o Mandé (del nombre del territorio situado en la cuenca alta del río Níger, entre los actuales territorios de Guinea y Malí) es una importante contribución a la historia del pensamiento, de la democracia y de los derechos humanos. Fue iniciado por Sundiata Keita, para acabar con la esclavitud y las desigualdades vigentes en ese momento en el Imperio del Mandén.
Esta Carta consta de siete capítulos que profesan la paz en la diversidad, la inviolabilidad de la persona humana, la educación, la integralidad de la patria, la seguridad alimentaria, la abolición de la esclavitud y las libertades de expresión y de empresa. Estos capítulos que constituyen los encabezados de los artículos establecen que: “Toda vida es una vida”; “El daño requiere reparación”; “Practica la ayuda mutua”; “Cuida de la patria”; “Elimina la servidumbre y el hambre”; “Que cesen los tormentos de la guerra”; “Cada quien es libre de decir, de hacer y de ver”.
La Carta del Mandén aparece así como un conjunto de reglas de conducta destinadas a organizar la vida en sociedad. Se recomienda el respeto de la palabra dada (enunciado 23), de los extranjeros (enunciado 7), de las mujeres (enunciados 14 a 16), de la relación matrimonial y de vecindad (enunciado 40). La educación de los niños es responsabilidad de toda la sociedad (enunciado 9). El enunciado que abre la Carta también presenta a los clanes que componen la sociedad del Mandén: Se trata de diferentes categorías socio-profesionales, principalmente los portadores de la aljaba (16 clanes), los príncipes (4 clanes), los morabitos (5 clanes) y los esclavos (4 clanes).
La Carta del Mandén promueve los derechos humanos y la tolerancia, es decir, principios o valores que son necesarios para resolver las crisis que conoce África y el mundo, sin embargo, sus fuentes y sus similitudes con el “Juramento de los cazadores” alimentan la controversia sobre su fiabilidad. En efecto, el contenido de la Carta se pone en duda porque no existen registros escritos. Si bien no se cuestiona la transmisión de conocimientos a través de la tradición oral en los países africanos, suscitan algunas reservas la fiabilidad de las fuentes no escritas y, en particular, la retranscripción e interpretación del contenido de la Carta del Mandén. Además, el hecho de que el Juramento de los cazadores, que sería anterior a la Carta de Mandén, presenta un contenido muy cercano al de esta (Sundiata Keita, iniciador de la Carta, era considerado también el rey de los cazadores) divide a los autores: algu-nos simplemente asimilan la Carta al Juramento; otros la presentan como un texto distinto, a pesar de las recomendaciones comunes relacionadas con los derechos humanos.
Más allá de las dudas e incertidumbres sobre su origen, la Carta del Mandén demuestra que el respeto de la dignidad humana y la solidaridad son la base sobre la cual la sociedad africana fue construida. Las diversas crisis (política, económica, social, alimentaria…) que azotan este continente son el resultado de la pérdida, de la dilución o de la disminución de estos valores. En este contexto, sería conveniente popularizar los principios contenidos en la Carta para que inspiren a los líderes de África, en particular, y del mundo, en general.
Bibliografía sugerida: CENTRE D’ÉTUDES LINGUISTIQUES ET HISTORIQUES PAR TRADITION ORALE (2008), La Charte de Kurukan Fuga, Aux sources d’une pensée politique en Afri-que, Paris, éd. L’Harmattan; CISSÉ, Y. T., GUÉNY, C. (2012), L’histoire de la Charte du Mandé – L’invention au XIIIe siècle des droits de l’Homme en Afrique, Paris, éd. Esprit frappeur; CISSÉ, Y. T., KAMISSOKO, W. (2009), Soundjata la gloire du Mali, Paris, éd. Karthala; FOFANA, A. (2003), La Charte du Mandé et autres traditions du Mali, Paris, éd. Albin Michel.
SYLVESTRE YAMTHIEU
Véase también: – Derechos Fundamentales.